Algo que me gusta de la historia es que nos permite entender el presente, creo que ese es el fin del estudio de la historia, si enseñáramos historia en los colegios bajo este principio de seguro tendríamos más chicos cultos y menos materias de relleno.

Por lo menos en matemáticas hemos avanzado un poco, ahora enseñamos matemática financiera o cosas así, y ya los chicos comienzan a interesarse un poco más, pero en historia seguimos haciendo las cosas muy metódicas, los exámenes de historia están plagados de fechas exactas y hasta allí llega la historia que nos queda.

Cada país (en Latinoamérica) enseña de los próceres o mártires de su independencia pero poco se habla de su forma de pensar, de sus intenciones y/o pretensiones, ni siquiera se comparan los contextos globales del caso, por ejemplo, en este país ocurría esto mientras en este otro ocurría esto, lo importante es que los chicos memoricen la fecha en que nació, la fecha en que murió, su nombre completo y ya, en que año se realizó tal o cual batalla, fecha de la independencia y se acabó la materia.

Sé que puede ser susceptible que a los chicos les enseñe un profesor que sea políticamente izquierdista o de extrema derecha pero ese riesgo está en todas las materias, de allí que en casa es donde deberían influir más en este tipo de temas pero no es el tema de discusión aquí. La cuestión es que nos estamos perdiendo la oportunidad de oro en formar niños realmente cultos. Creo que es la razón por la que prefieren escuchar trap que leer un libro. Hacemos planes de lectura pensando como adultos y con libros “infantiles” de dudosa procedencia. ¿Cuál es el éxito de los programas televisivos de niños? que se hacen pensando en niños, se usa su lenguaje, su humor, sus matices. Para los adultos esto es caer en ridiculez, pero para los niños es identificarse fácilmente con lo que les gusta.

Bueno en fin, nos estamos perdiendo esta oportunidad de oro. Esta etapa de los niños no va a volver, dejemos de obligarlos a memorizar fechas y permitamos desarrollar su propio criterio de la historia que creen sus propios contextos, que conozcan todos sus personajes y como pensaban, como vivían, sin usar la nimia frase “Los tiempos pasados fueron mejores” que eso lo hemos dicho tantas veces que ya se rayo la frase.